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miércoles, 30 de diciembre de 2015
martes, 11 de agosto de 2015
Breves comentarios sobre los libros que leí en Junio y Julio de 2015
Los siguientes comentarios son totalmente personales y para nada profesionales. Además, por su naturaleza, podrían contener spoilers.
Este escrito llega en agosto dado que Junio y Julio fueron meses verdaderamente extenuantes; un mucho por algunos proyectos personales y otro mucho por la tesis. Como sea, ojalá anden todos hoy con una suerte increíble.
Sauce ciego, mujer dormida por Haruki Murakami (2006)
No sé si lo sabían, pero a mi me encantan los cuentos. Así que no resulta ninguna coincidencia que haya escogido leer en estas vacaciones, este compendio que publicó el buen Murakami.
Aunque la verdad sea dicha, estos cuentos no son para nada los que acostumbra uno. Los relatos presentados en este libro tanto pueden ser sencillos y divertidos como lo pueden ser complejos y hasta fastidiosos. Es más, debo confesar que en uno me quería adelantar al siguiente. Sin embargo, la mayoría son bastante interesantes y abunda mucho ese ambiente que sólo Murakami logra crear aún siendo cada uno de éstos de temáticas distintas.
Lo que más me gustó fue comprobar las dos cosas que hacen que los cuentos me gusten tanto: 1. los desenlaces y huecos los llenas tú y 2. éstos ―los cuentos―, a su debido tiempo y dependiendo de las circunstancias, pueden llegar a convertirse en novelas.
Los cuentos que más me gustaron de esta colección fueron: Un día perfecto para los canguros, Tony Takitani, El séptimo hombre, El mono de Shinagawa y menciones especiales a El espejo por ser de «terror» y a La luciérnaga por ser el origen de una novela muy especial para mi.
Me gustaría, a continuación, citar algunas partes que me resultaron relevantes.
School Rumble por Jin Kobayashi (2002-2008)
La primera vez que supe de School Rumble fue hace ya más de 10 años. En aquellos tiempos me enganché realmente a este anime; siempre esperando con ansías a que saliera un nuevo episodio. La primera temporada me dejó una gran impresión y la segunda terminó por convertirme en un fan de hueso colorado. Pero entonces pasó lo impensable, y la serie terminó abruptamente. Me destrozó como a miles de seguidores más.
Debido a lo anterior, pasé de leer el manga y me fui resignando poco a poco. Pero hace unas semanas me dieron unas ganas terribles de volverla a ver. Así que armado con galletas y café decidí ver de nueva vuelta la serie. Al hacerlo, sentí una melancolía y una emoción como en antaño. Fui feliz. Y dado que necesitaba algo así ―sentirme mejor―, me cayó de perlas.
Pero no fue suficiente y quise más. Así que me puse a leer el manga para llenar el hueco que dejó la cancelación de la tercera temporada. Y así fue como empecé a leer capítulo tras capítulo de esta grandiosa historia. Al principio pensé que eran muchos tomos, al final pensé que eran poquísimos. La triste realidad es que 22 tomos no son suficientes. En verdad, no lo son. Y menos cuando la historia concluye de esa manera. Sí, sé que los japoneses tienen tendencia a dejar así de abiertos los finales... ¡pero no me puedes decir que después de cientos de capítulos me dejas inconcluso precisamente aquello que no podías irte sin terminar! Otro golpe emocional súper efectivo.
Pero esto no acabó aquí...
School Rumble Z por Jin Kobayashi (2008-2009)
La historia cuenta con una secuela llamada School Rumble Z, la cual aunque tiene relleno cual submarino, pero también tiene capítulos muy interesantes para terminar de crispar los sentidos.
De esta continuación destaca el hecho de que cierto tipo con lentes (Hanai) termina siendo esposo de Suou. Me gustó eso.
Es interesante observar como todos maduraron y se integraron en la sociedad, ganando con esto vicios y virtudes; así es la vida después de todo.
También está el final final, aunque yo no lo considero así. Me podrán decir lo que sea, pero School Rumble nunca terminó. Y si ese fue de verdad el final, definitivamente nunca sabremos con quien terminó Harima. Todo esto lo digo por lo que puede llegarse a entender en el capítulo 10, donde se muestra a Eri cargando a un bebé en brazos junto a Harima. Yo no creo que esto haya sido un hecho ―ocurrido en realidad―, puesto que evidentemente no tiene contexto, dados los sucesos que están aconteciendo en el momento. Tampoco creo que haya sido producto de la imaginación de Max, como no pocas personas afirman. Mucho menos es un flashforward dado que las escenas de ese tipo no se mostraron anteriormente con ese arte.
Lo que yo creo es que esas escenas son parte de una serie de dibujos realizados por Karasuma. La secuencia parece a todas luces dibujos realizados a lápiz como los que realizaba a veces en el hospital. En algún momento mencionaron que él no podía recordar su periodo escolar ni dibujar rostros, pero también dejan saber que en una ocasión dibujó a Tenma sin que ella lo supiera. Además de que también hay una escena donde él tiene una alucinación donde aparece Tenma, evidenciando que quizás por momentos puede recordar a sus compañeros. Yo pienso que quizás él tenga un cuaderno de dibujos secreto donde plasma todo lo que de pronto recuerda y lo mezcla un poco con su imaginación, resultando en algo muy aleatorio. Y es que aunque a veces se muestre a Yakumo un tanto pasiva y resignada, ella sigue y seguirá (por lo que se vio) enamorara de Harima y compitiendo con Eri por su amor.
En fin, se pueden forzar la imaginación tanto como se desee, pero lo cierto es que jamás se podrá saber en realidad quién ganó el corazón de Harima. Al menos no con un par de cuadro dibujados sin detalle ni contexto. Quizás y Kobayashi en el futuro sorprenda con una secuela mostrando las vidas adultas de Harima y compañía, tal como lo mencionó cuando anunció que dejaría de escribir este manga.
Y es que muchos, incluyéndome, se quedaron con ganas de más momentos con Harima, Tenma, Yakumo, Eri y un largo etcétera. Un buen ejemplo es este usuario de Twitter que ha «luchado» por años para que el maestro Kobayashi lo escuche y le brinde justicia al pobre de Harima. Por supuesto, tiene mi apoyo. :)
Sauce ciego, mujer dormida por Haruki Murakami (2006)
No sé si lo sabían, pero a mi me encantan los cuentos. Así que no resulta ninguna coincidencia que haya escogido leer en estas vacaciones, este compendio que publicó el buen Murakami.
Aunque la verdad sea dicha, estos cuentos no son para nada los que acostumbra uno. Los relatos presentados en este libro tanto pueden ser sencillos y divertidos como lo pueden ser complejos y hasta fastidiosos. Es más, debo confesar que en uno me quería adelantar al siguiente. Sin embargo, la mayoría son bastante interesantes y abunda mucho ese ambiente que sólo Murakami logra crear aún siendo cada uno de éstos de temáticas distintas.
Lo que más me gustó fue comprobar las dos cosas que hacen que los cuentos me gusten tanto: 1. los desenlaces y huecos los llenas tú y 2. éstos ―los cuentos―, a su debido tiempo y dependiendo de las circunstancias, pueden llegar a convertirse en novelas.
Los cuentos que más me gustaron de esta colección fueron: Un día perfecto para los canguros, Tony Takitani, El séptimo hombre, El mono de Shinagawa y menciones especiales a El espejo por ser de «terror» y a La luciérnaga por ser el origen de una novela muy especial para mi.
Me gustaría, a continuación, citar algunas partes que me resultaron relevantes.
―Cuando parece que voy a deprimirme, empiezo a hacer la limpieza sin pensar en nada. Aunque sean, por ejemplo, las dos o las tres de la madrugada, lavo todos los platos sin dejarme uno, limpio el horno, paso un paño por el suelo de la casa, blanqueo los trapos, ordeno los cajones, plancho todas las camisas del armario ―me contaba removiendo el hielo del vaso con la punta de un dedo―. Y, una vez que estoy agotado, me tomo una copa, sólo una, y me duermo. Muy sencillo. Por la mañana, cuando, al levantarme, me pongo los calcetines, ya lo he olvidado todo. Ni siquiera recuerdo en qué estaba pensando.
- Fragmento de La tragedia de la mina de carbón de Nueva York.
A las tres de la madrugada, a todo el mundo le vienen a la cabeza muchas cosas. Pensamos en esto y en lo de más allá. A todos nos ocurre lo mismo. Y todos debemos encontrar nuestro propio método para evitarlo.
- Fragmento de La tragedia de la mina de carbón de Nueva York.
No era una belleza de esas que te hacen volver la cabeza a su paso, pero era simpatiquísima. Llevaba con donaire un vestido de seda azul muy caro. Debía de tener unos treinta y dos años. De habérselo propuesto, habría podido quitarse con toda tranquilidad algunos años, pero no parecía considerarlo necesario. Lucía tres anillos en total y sus labios esbozaban una sonrisa pálida como un atardecer brumoso.
- Fragmento de La tragedia de la mina de carbón de Nueva York.
―Y cuando todo hubo acabado, el rey y sus súbditos se mondaron de risa ―dijo él poco después―.
- Fragmento de El folclore de nuestra generación: prehistoria del estadio avanzado del capitalismo.
No sé, pero a mí me da la impresión de que la tristeza más profunda siempre contiene una punta de humor.
- Fragmento de El folclore de nuestra generación: prehistoria del estadio avanzado del capitalismo.
Hay muchas cosas que no entiendo todavía, pero estoy intentando comprenderlas. Necesito tiempo. No tengo ni la más remota idea de adónde estaré llegando en este momento. Pero intento no pensar demasiado seriamente en las cosas. Al pensar en serio, el mundo se vuelve demasiado incierto y, como consecuencia, es probable que acabes presionando a quien se halle a tu alrededor. Y yo no quiero obligar a nadie a nada. Tengo muchas ganas de verte. Pero, tal como he dicho antes, no sé si esto es lo correcto o no.
- Fragmento de La luciérnaga.
No te preocupes por nada. Haya ocurrido algo o no haya ocurrido nada, así han ido las cosas. Quizá te hiera que hable de este modo. Si es así, lo siento. Lo único que trato de decirte es que no quiero que, por mi causa, te reproches nada. Yo soy la única responsable de todo. Durante todo este año lo he ido posponiendo y eso te ha ocasionado a ti muchas molestias. Tal vez hasta hoy.
- Fragmento de La luciérnaga.
En muy poco tiempo, mi vida sufrió un cambio radical. Debía agarrarme a algo, fuera como fuese, para no precipitarme al vacío. Tenía mucho miedo, estaba aterrado. Y, en un momento así, no puedes ir dando explicaciones a los demás. Sientes que te vas a resbalar de un momento a otro y a caer fuera del mundo. Por eso sólo quería que me comprendieras. Que me abrazaras con fuerza. Sin razones o explicaciones de por medio.
- Fragmento de Viajero por azar.
―«Ser olvidadizo no es ningún problema. El problema es olvidar».
- Fragmento de El mono de Shinagawa.
School Rumble por Jin Kobayashi (2002-2008)
La primera vez que supe de School Rumble fue hace ya más de 10 años. En aquellos tiempos me enganché realmente a este anime; siempre esperando con ansías a que saliera un nuevo episodio. La primera temporada me dejó una gran impresión y la segunda terminó por convertirme en un fan de hueso colorado. Pero entonces pasó lo impensable, y la serie terminó abruptamente. Me destrozó como a miles de seguidores más.
Debido a lo anterior, pasé de leer el manga y me fui resignando poco a poco. Pero hace unas semanas me dieron unas ganas terribles de volverla a ver. Así que armado con galletas y café decidí ver de nueva vuelta la serie. Al hacerlo, sentí una melancolía y una emoción como en antaño. Fui feliz. Y dado que necesitaba algo así ―sentirme mejor―, me cayó de perlas.
Pero no fue suficiente y quise más. Así que me puse a leer el manga para llenar el hueco que dejó la cancelación de la tercera temporada. Y así fue como empecé a leer capítulo tras capítulo de esta grandiosa historia. Al principio pensé que eran muchos tomos, al final pensé que eran poquísimos. La triste realidad es que 22 tomos no son suficientes. En verdad, no lo son. Y menos cuando la historia concluye de esa manera. Sí, sé que los japoneses tienen tendencia a dejar así de abiertos los finales... ¡pero no me puedes decir que después de cientos de capítulos me dejas inconcluso precisamente aquello que no podías irte sin terminar! Otro golpe emocional súper efectivo.
Pero esto no acabó aquí...
School Rumble Z por Jin Kobayashi (2008-2009)
La historia cuenta con una secuela llamada School Rumble Z, la cual aunque tiene relleno cual submarino, pero también tiene capítulos muy interesantes para terminar de crispar los sentidos.
De esta continuación destaca el hecho de que cierto tipo con lentes (Hanai) termina siendo esposo de Suou. Me gustó eso.
Es interesante observar como todos maduraron y se integraron en la sociedad, ganando con esto vicios y virtudes; así es la vida después de todo.
También está el final final, aunque yo no lo considero así. Me podrán decir lo que sea, pero School Rumble nunca terminó. Y si ese fue de verdad el final, definitivamente nunca sabremos con quien terminó Harima. Todo esto lo digo por lo que puede llegarse a entender en el capítulo 10, donde se muestra a Eri cargando a un bebé en brazos junto a Harima. Yo no creo que esto haya sido un hecho ―ocurrido en realidad―, puesto que evidentemente no tiene contexto, dados los sucesos que están aconteciendo en el momento. Tampoco creo que haya sido producto de la imaginación de Max, como no pocas personas afirman. Mucho menos es un flashforward dado que las escenas de ese tipo no se mostraron anteriormente con ese arte.
Lo que yo creo es que esas escenas son parte de una serie de dibujos realizados por Karasuma. La secuencia parece a todas luces dibujos realizados a lápiz como los que realizaba a veces en el hospital. En algún momento mencionaron que él no podía recordar su periodo escolar ni dibujar rostros, pero también dejan saber que en una ocasión dibujó a Tenma sin que ella lo supiera. Además de que también hay una escena donde él tiene una alucinación donde aparece Tenma, evidenciando que quizás por momentos puede recordar a sus compañeros. Yo pienso que quizás él tenga un cuaderno de dibujos secreto donde plasma todo lo que de pronto recuerda y lo mezcla un poco con su imaginación, resultando en algo muy aleatorio. Y es que aunque a veces se muestre a Yakumo un tanto pasiva y resignada, ella sigue y seguirá (por lo que se vio) enamorara de Harima y compitiendo con Eri por su amor.
En fin, se pueden forzar la imaginación tanto como se desee, pero lo cierto es que jamás se podrá saber en realidad quién ganó el corazón de Harima. Al menos no con un par de cuadro dibujados sin detalle ni contexto. Quizás y Kobayashi en el futuro sorprenda con una secuela mostrando las vidas adultas de Harima y compañía, tal como lo mencionó cuando anunció que dejaría de escribir este manga.
Y es que muchos, incluyéndome, se quedaron con ganas de más momentos con Harima, Tenma, Yakumo, Eri y un largo etcétera. Un buen ejemplo es este usuario de Twitter que ha «luchado» por años para que el maestro Kobayashi lo escuche y le brinde justicia al pobre de Harima. Por supuesto, tiene mi apoyo. :)
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Manuel Jiménez
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jueves, 6 de agosto de 2015
Un día que vivirá en la infamia
El día de hoy, pero de hace 70 años, aconteció en Hiroshima uno de los capítulos más horrorosos y tristemente célebres de la historia de la humanidad: el lanzamiento de una bomba atómica. Días después, pasaría algo similar pero en otra ciudad japonesa: Nagasaki.
No pienso extenderme sobre el tema, puesto que ya hace años escribí sobre esto y aún conservo la misma opinión. Quizás el siguiente año reestructure aquella información y le agregue muchos más detalles e investigaciones. Si quieren leerlo, pueden hacerlo aquí.
Lo que quiero compartir esta vez es un video publicado por la BBC Mundo en su página en Facebook. En él, se relata el testimonio de una bendecida sobreviviente de la explosión.
Aunque todo el video es sumamente sensible, los comentarios finales sencillamente son los más conmovedores:
No pienso extenderme sobre el tema, puesto que ya hace años escribí sobre esto y aún conservo la misma opinión. Quizás el siguiente año reestructure aquella información y le agregue muchos más detalles e investigaciones. Si quieren leerlo, pueden hacerlo aquí.
Lo que quiero compartir esta vez es un video publicado por la BBC Mundo en su página en Facebook. En él, se relata el testimonio de una bendecida sobreviviente de la explosión.
El poderoso testimonio animado de una sobreviviente de la bomb...
Hace 70 años,Estados Unidos lanzó el primer ataque nuclear de la historia: una bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima que mató a 140.000 de las 350.000 personas que allí vivían. Bun Hashizume, una de las sobrevivientes, tenía 14 años en aquel momento y recuerda cómo fue ese día que marcó su vida. Este es su testimonio, ilustrado con animaciones para dar vida a sus memorias.
Posted by BBC Mundo on Wednesday, 5 August 2015
Aunque todo el video es sumamente sensible, los comentarios finales sencillamente son los más conmovedores:
A pesar de todo, no odio a quienes lanzaron la bomba. Puedo decir que fui testigo de lo maravillosas que pueden ser las personas después de perderlo todo. Pero nunca olvidaré que fueron humanos, los que lanzaron una bomba atómica... sobre otros humanos.
«Descansen en paz todas las almas aquí, pues el error no se repetirá jamás». - Inscripción en el cenotafio del Memorial de la Paz de Hiroshima.
Actualización: Yuri lo ha vuelto a hacer publicando un artículo excelso sobre el tema. Si tienen tiempo, dense una vuelta a su blog y lean el artículo.
Imaginado/Compartido por
Manuel Jiménez
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jueves, 4 de junio de 2015
Breves comentarios sobre los libros que leí en Mayo de 2015
Los siguientes comentarios son totalmente personales y para nada profesionales. Además, por su naturaleza, podrían contener spoilers.
Venganza por Sara Shepard (2007)
Va a sonar a cliché, pero me gusta más la forma como esta historia se desarrolla en los libros que como lo hace en la televisión. Y me gusta más porque las cosas suceden de forma más realista. Nada de un(a) A omnipresente y todopoderoso(a), no. Aquí A es una persona más que cuenta con una ventaja simple pero increíble efectiva: el anonimato.
Otra de las cosas por las que me gustan más los libros es por el hecho de que las integrantes del ex-grupo de Allison continúan siendo independientes y cada una se niega a abrirse con sus ex-amigas. Al principio me desagradaba eso, pero creo que es así como tendría que actuar en tal situación. Después de todo están siendo acosadas terriblemente y como que no te puedes fiar al cien por ciento de las que eran tus amigas y que conocen parte de la información con la que te están extorsionando. Eso y de qué no tienes idea de cuánto han cambiado desde que solían salir.
Además, aquí abordan otro tema que no entiendo cómo diablos en la serie ha pasado sin consecuencias todo este tiempo: la relación ilegal de Aria con el «asaltacunas» de Ezra. Era obvio que tenía que afrontar las consecuencias.
Y continuando con A, no sé si es el tipo que ha sido visto espiando por medio Rosewood o si es Toby quién sólo fingió su muerte. Si es la primera, entonces qué bien ya que A no puede estar en todos lados sin que sea visto(a); no como en la serie de televisión en la que es increíble que nadie note nada de lo que hace. Ahora, si es la segunda, qué mejor. No me gustó que se muriera tan pronto. Siento que tenía por revelar mucha información interesante.
No sé si en el futuro saldrá Caleb «todolopuedohackear» Rivers, pero si lo hace, ojalá no sea como en la serie. Siempre me ha disgustado la idea del joven que puede hacer cualquier cosa con una computadora. Sobre todo los que logran entrar con una facilidad pasmosa a cualquier sistema informático, que en teoría, está protegido y armado hasta los dientes.
Creo que ha sido el mejor libro de los 3 que he leído de esta serie. Ojalá el siguiente sea mucho mejor.
El hombre que plantaba árboles por Jean Giono (1953)
Es casi inmensurable el esfuerzo que implica reconocer, después de leer esta historia, que Elzéard Bouffier no fuera en realidad una persona real. Y es que todo está narrado tan prolijamente que hasta se puede respirar el aire fresco del bosque, escuchar a las aves cantar e imaginarse la mirada cargada de emociones de Elzéard.
Me enteré de esta historia al ver el cortometraje homónimo (que por cierto también está hermoso) que compartió un amigo en su cuenta de Facebook y lo primero que pensé fue «debo conseguirme el libro». Y gracias a Dios no pasaron más de dos días para poder tenerlo en mis manos.
La verdadera intención de Giono al escribir esta historia no la sabré nunca. Pero sin duda pareciera que este libro hubiera sido diseñado para caldear el corazón más frío; hacer conciencia de lo indispensable que resulta la naturaleza para toda la humanidad; y recordarle al mundo lo que un hombre con voluntad puede llegar a conseguir. Genial.
Sin duda este fue mi libro favorito del mes. ¡Tienen que leerlo!
Imagino que Jean Giono habrá plantado no pocos árboles a lo largo de su vida. Sólo quien ha cavado la tierra para acomodar una raíz o la promesa de ésta podría haber escrito la singularísima narración que es El hombre que plantaba árboles, una indiscutible proeza en el arte de contar. - José Saramago
Es casi inmensurable el esfuerzo que implica reconocer, después de leer esta historia, que Elzéard Bouffier no fuera en realidad una persona real. Y es que todo está narrado tan prolijamente que hasta se puede respirar el aire fresco del bosque, escuchar a las aves cantar e imaginarse la mirada cargada de emociones de Elzéard.
Me enteré de esta historia al ver el cortometraje homónimo (que por cierto también está hermoso) que compartió un amigo en su cuenta de Facebook y lo primero que pensé fue «debo conseguirme el libro». Y gracias a Dios no pasaron más de dos días para poder tenerlo en mis manos.
La verdadera intención de Giono al escribir esta historia no la sabré nunca. Pero sin duda pareciera que este libro hubiera sido diseñado para caldear el corazón más frío; hacer conciencia de lo indispensable que resulta la naturaleza para toda la humanidad; y recordarle al mundo lo que un hombre con voluntad puede llegar a conseguir. Genial.
Sin duda este fue mi libro favorito del mes. ¡Tienen que leerlo!
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Manuel Jiménez
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lunes, 18 de mayo de 2015
Calculadora escrita en Python para resolver operaciones aritméticas simples
Hace unos días, alguien me pidió por favor que le ayudara a realizar un programa en Python para dar con la solución al siguiente enunciado:
Supón que vas a desarrollar un programa de Python que actuará como una calculadora. La calculadora debe solicitar al usuario que introduzca dos números y una operación. La operación puede ser sumar, restar, multiplicar o dividir los dos números. El programa debe comprobar que el usuario no ha introducido el valor 0 para ninguno de los dos números. El programa también debe comprobar que el usuario ha entrado una de las 4 operaciones de valor (sumar, restar, multiplicar o dividir). El programa debe realizar el cálculo correspondiente y debe mostrar los resultados.
Me pareció por demás curioso, ya que es del tipo de problemas en el que puedes llegar a la solución desde muchos caminos. Y de entre todos esos caminos, intenté usar el más elegante posible. El resultado lo comparto a continuación.
#!/usr/bin/env python # -*- coding: utf-8 -*- # Copyright (c) <2015> <Manuel Alejandro Jiménez Quintero> # This program is free software; you can redistribute it and/or modify # it under the terms of the GNU General Public License as published by # the Free Software Foundation; either version 2 of the License, or # (at your option) any later version. # # This program is distributed in the hope that it will be useful, # but WITHOUT ANY WARRANTY; without even the implied warranty of # MERCHANTABILITY or FITNESS FOR A PARTICULAR PURPOSE. See the # GNU General Public License for more details. # # You should have received a copy of the GNU General Public License # along with this program; if not, write to the Free Software # Foundation, Inc., 51 Franklin Street, Fifth Floor, Boston, # MA 02110-1301, USA. # # Usar expresiones regulares es la mejor manera de verificar si una cadena cumple con # las condiciones que se propongan. En este caso, los operadores aritméticos permitidos. import re # Se realiza la lectura de la operacion a realizar. operacion = raw_input("Escribe una operación aritmética simple (+-*/). Ej. \"2+2\": ").replace(" ", "") # Aquí se realiza la comprobación para ver si se escribió bien la operación. La expresión regular # busca que si la cadena de texto comienza con algún número (^d+). Después verifica si a continuación # se encuentra uno de los siguientes operadores: +, -, * o /. Por último, comprueba si la cadena finaliza # con algún otro número. operadores_permitidos = re.match(r'^\d+[\+\-\*\/]\d+$', operacion) if operadores_permitidos: # Si la operación tiene el formato correcto, entonces se evalua con la función eval() y se imprime. # Pero antes hay que comprobar una última cosa, si se va a dividir por 0. Para esto se ocupa lanzar # una excepción. Si no sabes qué es una excepción, la explicación sencilla es que es la manera # en que nos anticipamos a los errores que podrían suceder y determinamos cuál será la forma en # que los manejaremos. Lo que hay dentro de try se intentará realizar. Si algo sale mal, entonces # lanzamos la excepción ZeroDivisionError, que será el error que estamos previendo que podría suceder. # Al final envíamos un mensaje al usuario por si sucede esto. try: print eval(operacion) except ZeroDivisionError, e: print "Es imposible dividir por 0." else: # De lo contrario, se advierte al usuario de que la operación que ha querido realizar no sigue el # formato adecuado. print "La operación (" + operacion + ") no está en un formato legible para este programa."
Como dije, curioso. :)
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Manuel Jiménez
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viernes, 1 de mayo de 2015
Breves comentarios sobre los libros que leí en Abril de 2015
Los siguientes comentarios son totalmente personales y para nada profesionales. Además, por su naturaleza, podrían contener spoilers.
Secretos por Sara Shepard (2007)
Este es el segundo de nosécuantos libros de esta saga. En comparación con el primero, este me pareció más atractivo. Quizás sea porque relata los sucesos ya de forma más diferente a como suceden en la serie de televisión.
Algo que me llama la atención es que las chicas no terminan de reunirse aún después de todos lo que ha ocurrido. Entiendo que su relación se deterioró por no haberse visto en muchos años, pero las circunstancias apremian para que actúen en equipo, mas apenas se confían algo. Es cierto que cada quién está ocupada con su secreto en particular, pero de eso a no preocuparse por las que antes eran sus mejores amigas (o que al menos se respeten) ya es mucho. Es como si de verdad todo hubiera sido un mundo alterno creado por Allison y ahora apenas se comienzan a conocer.
Por otro lado... ¡se murió Toby! Y no sólo eso, ¡se suicidó! O bueno, quizás sólo lo están haciendo parecer como así sucedió. No me sorprendería si en el siguiente libro «revive» o no era él.
Por último, es de agradecer que Aria y Ezra no se hayan dirigido apenas la palabra. En la serie desde el principio pareciera que se pegaron con chicle y no se pudieran separar, aún a pesar de sus peleas constantes que desde ya se sabe que pasará (una versión no violenta del ciclo de la luna de miel). Al menos así parece más real su relación, no tan a la Disney.
A ver que tal sale el tercero.
Esta historia decidí leerla porque me llamó la atención el nombre; me gustan los libros con títulos curiosos. Por algún motivo sabía que no me decepcionaría, y efectivamente, no me decepcionó.
Leer este libro fue genial. Me impresionó la forma en que se desenvuelven las cosas a partir de la muerte de Wellington, la cual queda en una especie de segundo plano por todo lo que Christopher descubre mientras la hace de detective al intentar encontrar al asesino.
Es divertido que se incluyan guiños matemáticos, tanto en la narración como en la estructuración del libro. Junto a la forma de narrar la historia en primera persona, hacen de esta una novela muy particular.
Lo que sí no me gustó fue que, por un error de su padre, de pronto Christopher lo odie y le tenga miedo. No es lógico puesto que su padre le demostró muchas veces que podía confiar en él, cuidándolo, dándole cariño y luchando él sólo para que no le faltara nada. Es más, juzguen por ustedes mismos la forma en que se explica:
Mira, a lo mejor no debería decirte esto, pero... quiero que sepas que puedes confiar en mí. Y... vale, a lo mejor no digo siempre la verdad. Dios sabe que lo intento, Christopher, Dios sabe que lo hago, pero... La vida es difícil, ya lo sabes. Joder, es durísimo decir la verdad todo el tiempo. A veces es imposible. Y quiero que sepas que lo estoy intentando, que de verdad lo estoy intentando. Y quizás éste no sea un buen momento para decirte esto, y sé que no va a gustarte, pero... Tienes que saber que a partir de ahora voy a decirte la verdad. Acerca de todo. Porque... si uno no dice la verdad ahora, entonces más tarde... más tarde duele todavía más. Así que...
Eso es amor. Al menos debió dudar antes de decidir que su padre era un hombre malo.
Sin embargo, a su madre no parece guardarle ningún resentimiento. Aún cuando fue ella quien engañó a su padre, los abandonó a ambos y sin más se desentendió con la excusa de que no podía con el paquete. No comprendo tal razonamiento por parte de Christopher, quién dice le agrada el sentido común. Fue algo superficial.
El curioso incidente del perro a medianoche fue mi libro favorito de abril. Si tienen oportunidad de leerlo, seguro que me darán la razón. También se está presentando en teatro, aunque lamentablemente no en mi ciudad. Ojalá algún día se me haga asistir.
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Manuel Jiménez
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lunes, 13 de abril de 2015
Reflexiones sobre la tristeza, melancolía, ansiedad y otras chuches
A mis 24 años he tenido la fortuna de experimentar una gama muy diversa de sentimientos, y por ello, le estoy agradecido a Dios. Gracias a esto puedo afirmar abiertamente que todos y cada uno de estos ―los sentimientos― son necesarios y no deberíamos abstenernos ni prohibirnos de sentir ninguno. Cada uno tiene su función, pese a que realmente jamás lleguemos a comprender exactamente para qué carajos tuvimos que pasar por esta u otra experiencia.
Eso sí, de la misma manera en que el cuerpo debe consumir apropiadamente ciertos alimentos, nuestra alma siempre debe tener bien diversificado y proporcionado su consumo de emociones. De no ser así, sin lugar a dudas caeríamos en algo muy, pero muy ―créeme, muy― pesado. Un nivel completamente distinto al de cualquier padecimiento fisiológico.
El cuerpo pese a toda su complejidad, es bastante más sencillo de tratar en comparación de lo que es el alma. La mente es un terreno aún casi desconocido y bastante peligroso de andar. Sin embargo, todo lo referente al ámbito psicológico es relegado a un segundo plano en el mundo actual. Las personas tienden a juzgar y a menospreciar el sentir de los demás de una forma tan rápida y cruel que suena a chiste que afirmemos que vivimos en una sociedad civilizada. Y no es precisamente a la falta de empatía de las personas, sino a una ignorancia casi auto-impuesta. Ciertamente se tiene acceso y oportunidad de aprender sobre los sentimientos y sobre cómo tratar los de los demás, pero la mayoría de las veces eso suena «tan irrelevante» en comparación con otros asuntos que simplemente se pospone para «cuando haya tiempo», lo que en cristiano significa: nunca.
En TED hay una conferencia afín a esto y que comparto a continuación:
Nuestra mente puede ser nuestra mejor amiga, pero también puede volverse nuestra peor enemiga y encaminarnos a la muerte. Y no, no estoy exagerando. Cuando nuestra alma deja de recibir sentimientos en las proporciones adecuadas y abandona su estado de equilibrio cosas muy malas suceden. Y es malo porque este desequilibrio casi siempre tiende a situaciones negativas que incluyen sentimientos de tristeza, melancolía, ansiedad y un largo etcétera. Se puede dar también el caso contrario ―faltaba más―, pero las mayorías de las sociedad, sobre todo las más industrializadas, hacen difícil tal caso. Como sabiamente dicen los sudafricanos: «yo soy lo que soy en función de lo que todos somos».
Así que reflexionaré sobre la parte negativa del desequilibrio sentimental.
Algunas veces es temporal. Esto puede ser derivado de situaciones donde no nos encontremos con el resultado que esperábamos. Obviamente, situaciones así son relativamente comunes y para la mayoría de las personas es algo que se supera pronto. Pero hay también personas a las que no les es tan sencillo, y son estas a las que la tristeza se vuelve algo crónico, lo que a su vez trae consigo otros sentimientos como la melancolía, ansiedad, nostalgia y cien demonios más.
A esta última situación también se puede llegar de una forma tan gradual, casi imperceptible. Algo así como con sucede con las ranas¹:
Si usted arroja una rana viva a una cazuela con agua hirviendo, la rana con toda seguridad se salvará, pues ante la sensación abrasadora del agua en ebullición, el batracio se impulsará sobre el agua en centésimas de segundo y saltará fuera de la cazuela humeante.
Pero existe una pequeña variante del experimento. Meta la misma rana en la misma cazuela, sólo que esta vez llena de agua fría. La rana se sentirá cómoda en su elemento, y no saltará. Luego caliente paulatinamente el agua, y verá como la rana termina su vida cociéndose sin que apenas se entere. ¿Qué ha pasado? Simplemente que en el segundo experimento la rana no detecta los pequeños cambios paulatinos, sino que percibe una agradable tibieza que termina llevándole a la muerte, pues cuando quiere reaccionar ya es tarde, bien porque carece de fuerzas, bien porque no encuentra la base necesaria para apoyar un enérgico salto o simplemente porque carece ya de la voluntad de salvarse.
Como dije anteriormente, la mente humana es un mundo completamente desconocido, y es precisamente por desconocido que se prefiere ignorarlo esperando no tener que entrar y enfrentar a lo que se presente.
Y es aquí cuando llego al meollo de estas reflexiones, el cual es poner sobre la mesa la cruda verdad que es que no todos los que llegan a tales instancias tienen la culpa de estar así. Se debe tener en cuenta eso siempre, ya sea que se enfrente uno ante una situación así o tenga que prestar primeros auxilios emocionales. Nadie quiere ni elige estar en esa situación, pero el sobreponerse puede llegar a ser una tarea titánica. Las personas que pasan por algo así tienen plena conciencia de que su imposibilidad de realizar inclusive tareas sencillas es ridícula como para que encima llegue alguien y diga: «todo está en tu mente, anda levántate y ponte a hacer algo productivo».
Si estás en equilibrio con tus sentimientos, practica entonces tu empatía y se comprensivo con quien no tiene la fortuna de estar bien consigo mismo. El apoyo de los demás puede ser determinante para quién está así. No te canses de apoyar y ayudar, ni mucho menos dejes de insistir. Estas acciones, a mi parecer, son las que de verdad fundamentan una sociedad civilizada.
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viernes, 3 de abril de 2015
Breves comentarios sobre los libros que leí en Marzo de 2015
Los siguientes comentarios son totalmente personales y para nada profesionales. Además, por su naturaleza, podrían contener spoilers.
Pequeñas mentirosas por Sara Shepard (2006)
Lo primero que quiero decir sobre este libro es que su narrativa tiene una jerga mucho más juvenil de la que me esperaba. Incluso podría decir que la serie de televisión Pretty Little Liars, la cual se basa evidentemente en este libro, hace menos uso de este recurso. No es algo malo, pero por alguna razón que desconozco no esperaba que fuese así.
Este es el primero de una serie de 16 libros ―hasta ahora― más 2 precuelas. Si yo creía que la serie ya se había extendido un poquito, enterarme de este dato pues sí que me sobresaltó un poco, tanto por el coste económico que representa ―cada libro no baja de los $300.00 M.N.― como por la dificultad de encontrarse uno en alguna librería de la ciudad. Esto por supuesto refuerza mi apoyo a los libros electrónicos: buenos, bonitos y baratos.
Este libro sienta las bases de toda la historia y por lo mismo apenas si se profundiza. Mucho tiene que ver que hay que repartir las claves en tantos libros. Sin embargo, me gustó ver que la serie hace una buena interpretación de esta primer historia ―con las permisiones propias de transformar una novela a un guión televisivo―. Espero que los demás sigan el mismo estilo y así pueda encontrar más claves sobre «A» y por qué carajos se la pasa jodiendo.
Lo último es lo que más me tiene intrigado, porque casi toda la serie me la pasé creyendo que era una historia que hablaba sobre el bullying, pero con los últimos capítulos pasó a ser algo más del tipo psicópata-policíaco.
No es mi libro favorito del mes, pero siempre es entretenido leer los libros que se han convertido en series o películas y así comparar y complementar la historia. A partir de este, leeré sólo uno de la saga cada mes, tanto para no perder el hilo como para no fastidiarme; porque todo cansa si trata siempre de lo mismo.
La impresión que me llevé de este libro fue de que describe a una persona en depresión. Puede que no sea así, pero como dicen por ahí: los que avistan más ovni son aquellos que precisamente los andan buscando.
Me explico. Gregorio se despierta un día sin poderse mover con libertad sólo para pronto darse cuenta de que se ha convertido en un insecto. O quizás jamás se haya transformado en uno, sino que en realidad él se sentía como uno. Algo parecido a lo que piensa de si misma una persona con baja autoestima. Luego, se ve imposibilitado para desempeñar sus actividades normales, se recluye en su habitación sucia y oscura, y las personas lo empiezan a considerar realmente alguien desagradable, sin embargo, tratan de ayudarlo. Pasa el tiempo y en vista de no mostrar mejoría, cansados, comienzan a ignorarlo y a considerarlo una inmesa carga. Tan dificil es ya convivir con él que piensan deshacerse de él, no sin antes intentar convencerse a ellos mismos que hicieron todo lo posible por él. En medio de todo esto, alguien parece entenderlo y le ofrece cariño. Y es precisamente esta persona la que de verdad se muestra molesta con las personas por parecer aliviadas con el hecho de que, después de una abrumadora tristeza e impotencia, Gregorio al fin haya muerto.
Puede que no trate de lo que acabo de decir, pero fácilmente se podría encontrar una similitud. Al menos así es como yo entendí el libro, aún con toda la introducción del marco historico que se incluye en el prologo.
Nunca me abandones por Kazuo Ishiguro (2005)
Esta historia la conocí por la película que se basa en la misma y que lleva el mismo nombre. Si he de dar una crítica rápida, la película es muy fiel a la historia del libro. Y lo que es mejor, el libro es genial. El concepto y la forma de desarrollarlo es sencillamente estupendo. Quizás la película tiene un poco más de románticismo, pero no es algo que caiga mal. De hecho, es todo lo contrario.
Sobre la historia, al tratar de una sociedad distópica, ya la hace interesante. A mi en particular me encanta que exploten esos temas. Este además, pone en un conflicto moral y ético al lector, puesto que si uno se pone a pensar qué haría en tal situación lo más seguro es que dude aunque sea un segundo.
Evidentemente con nuestra formación rechazaríamos la idea con desagrado, puesto que se trata de algo terrible. Empero, hay que ponerse en el lugar de un ciudadano de tal sociedad, con su formación y experiencias particulares lejanas de todo lo que consideramos correcto. Entonces y sólo entonces es cuando de verdad podemos ponernos a pensar en el qué haríamos si...
Asimismo, el modo en que se muestra como se fortalecen las relaciones personales; la forma en que éstas se deterioran o se cansan por momentos; y el cuidado con el que se manejan tan detalladamente todos los sentimientos expresados por cada personaje ―con un estilo casi dulce― hacen que toda la idea se torne mucho más compleja. No es sólo una historia de una sociedad posguerra polémica.
Este fue mi libro favorito de marzo. La razón: provoca todo tipo de emociones. Así de simple.
Esta historia la conocí por la película que se basa en la misma y que lleva el mismo nombre. Si he de dar una crítica rápida, la película es muy fiel a la historia del libro. Y lo que es mejor, el libro es genial. El concepto y la forma de desarrollarlo es sencillamente estupendo. Quizás la película tiene un poco más de románticismo, pero no es algo que caiga mal. De hecho, es todo lo contrario.
Sobre la historia, al tratar de una sociedad distópica, ya la hace interesante. A mi en particular me encanta que exploten esos temas. Este además, pone en un conflicto moral y ético al lector, puesto que si uno se pone a pensar qué haría en tal situación lo más seguro es que dude aunque sea un segundo.
Evidentemente con nuestra formación rechazaríamos la idea con desagrado, puesto que se trata de algo terrible. Empero, hay que ponerse en el lugar de un ciudadano de tal sociedad, con su formación y experiencias particulares lejanas de todo lo que consideramos correcto. Entonces y sólo entonces es cuando de verdad podemos ponernos a pensar en el qué haríamos si...
Asimismo, el modo en que se muestra como se fortalecen las relaciones personales; la forma en que éstas se deterioran o se cansan por momentos; y el cuidado con el que se manejan tan detalladamente todos los sentimientos expresados por cada personaje ―con un estilo casi dulce― hacen que toda la idea se torne mucho más compleja. No es sólo una historia de una sociedad posguerra polémica.
Este fue mi libro favorito de marzo. La razón: provoca todo tipo de emociones. Así de simple.
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miércoles, 4 de marzo de 2015
Breves comentarios sobre los libros que leí en Febrero de 2015
Los siguientes comentarios son totalmente personales y para nada profesionales. Además, por su naturaleza, podrían contener spoilers.
En general me encantan los cuentos. Me gusta que se extiendan lo justo y que por lo regular sean emocionantes en su totalidad.
A mis amigos no les parece nada extraño que conserve una fascinación natural a la cultura japonesa. Y eso incluye, por supuesto, los cuentos japoneses.
Taketori Monogatari —como también se le conoce— tiene por particularidad su antigüedad. Tan viejo es que se le considera la primer obra de ficción escrita en japonés. Además, el cuento se desenvuelve en tiempos aún más remotos, lo que hace de este relato de lo más interesante.
Eso sí, precisamente por su antigüedad, viene acompañado de muchísimas notas para poder entender el momento histórico para poder disfrutar mejor la historia.
En resumen, me gustó.
Después del terremoto por Haruki Murakami (2013)
Puede que no sea un libro complejo ni mucho menos extenso, pero sí que es lo suficientemente sustancioso como para interesarse en cada una de las seis historias que componen esta obra. Y es que uno empieza a leerlo pensando encontrarse con historias desgarradoras sobre el terremoto de Kobe. Historias como las que suelen pasar por televisión durante las semanas en que los noticieros le ponen atención a los desastres. Nada más lejano a la realidad.
Las historias, en efecto, incluyen en mayor o menor medida referencias al terremoto, aunque nunca es el punto principal. Esto es lo que hace interesante a este libro. Relatos sobre la vida después del desastre; sobre como los japoneses continuaron sus vidas con sus respectivos terremotos personales.
Creo que no hace falta decir que no son reportajes ni mucho menos historias basadas en la realidad. Todo es ficción. Y por si acaso queda duda, el relato de Rana hace más que evidente este hecho, que por cierto, Rana salva a Tokyo fue mi historia favorita.
Pienso que muchos comprenderán de inmediato el capítulo Un ovni aterriza en Kushiro. Estoy convencido que todos hemos visto un ovni... y de pronto todo cambió.
Por último, —y no porque los otros relatos no hayan sido buenos— me gustaría hacer mención a lo ocurrido a la Doctora Satsuki puesto que siento que es un pequeño guiño a lo que sucede a diario en naciones de primer mundo, pero que por ser sociedades libres y civilizadas, queda oculto a la vista del mundo:
Cometas en el cielo por Khaled Hosseini (2003)
Puede que no sea un libro complejo ni mucho menos extenso, pero sí que es lo suficientemente sustancioso como para interesarse en cada una de las seis historias que componen esta obra. Y es que uno empieza a leerlo pensando encontrarse con historias desgarradoras sobre el terremoto de Kobe. Historias como las que suelen pasar por televisión durante las semanas en que los noticieros le ponen atención a los desastres. Nada más lejano a la realidad.
Las historias, en efecto, incluyen en mayor o menor medida referencias al terremoto, aunque nunca es el punto principal. Esto es lo que hace interesante a este libro. Relatos sobre la vida después del desastre; sobre como los japoneses continuaron sus vidas con sus respectivos terremotos personales.
Creo que no hace falta decir que no son reportajes ni mucho menos historias basadas en la realidad. Todo es ficción. Y por si acaso queda duda, el relato de Rana hace más que evidente este hecho, que por cierto, Rana salva a Tokyo fue mi historia favorita.
Pienso que muchos comprenderán de inmediato el capítulo Un ovni aterriza en Kushiro. Estoy convencido que todos hemos visto un ovni... y de pronto todo cambió.
Por último, —y no porque los otros relatos no hayan sido buenos— me gustaría hacer mención a lo ocurrido a la Doctora Satsuki puesto que siento que es un pequeño guiño a lo que sucede a diario en naciones de primer mundo, pero que por ser sociedades libres y civilizadas, queda oculto a la vista del mundo:
Meses atrás, alguien había hecho añicos los cristales de las ventanillas y los faros del Honda Accord de Satsuki, estacionado en el aparcamiento del hospital, y había escrito en el capó con pintura blanca: COCHE JAPONÉS. Ella había llamado a la policía. Tras rellenar la denuncia, el corpulento policía negro encargado del caso le había dicho: —Doctora, esto es Detroit. La próxima ve cómprese un Ford Taurus.
Cometas en el cielo por Khaled Hosseini (2003)
Este libro es muy, muy, muy, muy emotivo. Y no, no exagero. Se experimenta de todo en esta historia; alegría, coraje, tristeza, frustración y más. Deja ver a Afganistán y a sus habitantes de una forma en la que muchos no hemos tenido la fortuna de ver. Ya que aunque no es un libro histórico, lo que se cuenta de ese lugar, sus costumbres y tradiciones, resultan ser de lo más alejado al estereotipo que nos hemos creado todos los que no conocemos la verdad. Porque bien sabemos que ninguna nación es buena ni mala, así como que ni todos sus habitantes son bondadosos ni mucho menos todos son malvados. La única verdad es que hay unos con más problemas que otros.
No quisiera extenderme contando cada parte que me gustó o impresionó. La única forma de juzgar justamente qué tan bueno es, es precisamente leyéndolo.
Para finalizar y como ya se habrá notado, Cometas en el cielo fue mi libro favorito de febrero.
Adjunto algunas frases que me gustaron. Son pocas, aunque fácil se pudieron multiplicar por 10:
Las historias tristes producen buenos libros.
¡Despreocupado estaba el amor y entonces llegaron los problemas!
En eso, creo, consiste la auténtica redención, Amir jan: en el sentimiento de culpa que desemboca en la bondad.
La perspectiva es un lujo que sólo pueden permitirse las mentes que no están atormentadas por un enjambre de demonios.
Por ti lo haría mil veces más.
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sábado, 28 de febrero de 2015
Breves comentarios sobre los libros que leí en Enero de 2015
Los siguientes comentarios son totalmente personales y para nada profesionales. Además, por su naturaleza, podrían contener spoilers.
Todos ustedes, zombies por Robert Anson Heinlein (1959)
Pese al nombre, no, no trata de zombies. Aclarado esto, puedo decir que este relato es simplemente espectacular. Incluye todos los elementos necesarios para mantener a cualquiera leyendo de principio a fin y sin parar, ya que no es un relato largo, por lo que todo el contenido es sustancial. Además es ciencia ficción, en especifico, viajes en el tiempo. Por lo que desde ahí ya es atractivo, aunque no quisiera pecar de superficial por clasificar el contenido así. Sólo leyéndolo se puede saber que tan bueno es. Eso sí, prepárate para un mind blown.
Como dato extra, tiene una asombrosa adaptación al cine; de verdad increíble.
El cuervo por Edgar Allan Poe (1809)
Uno se da cuenta de cuán romántico puede ser Allan Poe al leer El Cuervo. Más que algo gótico yo lo sentí como una historia de amor...
... amor. Eso es todo, y nada más.
Memoria de mis putas tristes por Gabriel García Márquez (2004)
¡Ay, Gabo, pero que libro más. malo me hiciste —está bien, no me obligaste— leer! Y es que no sé si es malo o tedioso, o sólo fue el hecho de que por tener tu nombre me esperaba algo mucho mejor. Lo cierto es que la historia no me convenció para una novela que trata de amor y menos de la forma en que lo planteaste; «neta» no fue buena idea.
Fue casi tan bueno como leer 11 Minutos de Paulo Coelho. Encima, hay una película. Quizá un día de estos la vea. Tal vez con la interpretación del director me replantee mi opinión. Eso sí, me gustó mucho un párrafo que compartiré a continuación:
Pasé hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecánico ni de día ni de noche, sin bañarme, sin afeitarme, sin cepillarme los dientes, porque el amor me enseñó demasiado tarde que uno se arregla para alguien, se viste y se perfuma para alguien, y yo nunca había tenido para quién.
El libro de los amores ridículos por Milan Kundera (1968)
Me decidí a leer Kundera por un comentario/recomendación de una buena amiga. Por lo mismo, le tenía fe sobrada. Sin embargo, quizás escogí mal el libro para comenzar o de plano no soy 100% compatible a su narrativa; me resultó un viaje en montaña rusa. Pero no por la emoción desenfrenada, no. Sino porque algunos relatos me parecieron buenos y otros los sentí muy tediosos.
Espero que el próximo libro que lea de ti, camarada Kundera, lo disfrute más que este.
Me permito adjuntar unos cuantos pasajes que me gustaron:
Hice un gesto despectivo y dije que el sentido de la vida consistía en divertirse viviendo y que si la vida era demasiado holgazana para que eso fuera posible, no había más remedio que darle un empujoncito. Uno debe cabalgar permanentemente a lomos de las historias, esos potros raudos sin los cuales se arrastraría uno por el polvo como un peón aburrido.
Era inútil pretender atacar con razonamientos el firme muro de sentimientos irracionales con los que, al parecer, está moldeada el alma de la mujer.
Lo que pasa, querido Flajsman, es que las personas tienen la obligación de saber. Las personas son responsables de su ignorancia. La ignorancia es culpable. Y por eso no hay nada que le libre a usted de sus culpas y yo afirmo que es usted, con respecto a las mujeres, un guarro, aunque usted lo niegue.
Al sur de la frontera, al oeste del sol por Haruki Murakami (1992)
Este fue, sin lugar a dudas, el mejor libro que leí en el mes. Sé que es poco objetivo de mi parte decir eso siendo así de fan de Murakami, pero es que esta historia es tan emotiva que haría falta ser una estatua para no conmoverse. Desde el título ya me gustaba el libro y cuando terminé sentí que había superado con creces mis expectativas.
Me encanta esa forma de abordar las situaciones, que todos niegan u ocultan, pero que experimentamos o lo hemos vivido. Esa habilidad y sentimentalismo es lo que me encanta de él y por lo que no termino de explicarme por qué le han negado el premio Nobel de Literatura. Resumiendo, este relato escrito por este gran señor logra dejar un remolino de emociones en el estómago cuando terminas de leer lo que tiene que contar, tanto por lo que leíste como por lo que no leíste —tiene la costumbre de dejar varias cosas abiertas para que sea el lector el que las cierre a su modo—.
En fin, Murakami siempre es una excelente elección cuando se está en una librería, y de entre todos los libros que ha publicado, este es uno de los mejores.
Para finalizar comparto algunas palabras incluidas en esta grandiosa novela:
Pretend you're happy when you're blue, it isn't very hard to do. Ahora sí entiendo lo que significa. «Cuando estés triste, finge que eres feliz. No es tan difícil»: igual que la sonrisa que ella esbozaba siempre. Ésa es, desde luego, una manera de ver las cosas. Pero a veces cuesta.
Yo lo sabía; sabía que ella me había cogido la mano de una manera espontánea, pero que, en realidad, lo había hecho porque deseaba hacerlo. Aún hoy recuerdo el tacto de su mano aquel día. Es un tacto diferente a cualquier otro que haya experimentado después. Era simplemente la mano pequeña y cálida de una niña de doce años. Pero en aquellos cinco dedos y en aquella palma se concentraban, como en un catálogo, todas las cosas que yo quería saber, todas las cosas que tenía que saber. Y ella, al tomarme de la mano, me las enseñó. Me enseñó que en el mundo real existía un lugar como aquél. Durante diez segundos tuve la sensación de haberme convertido en un pajarillo perfecto. Surcaba el aire, sentía el viento. Desde las alturas, podía ver paisajes lejanos. Tan remotos que no era capaz de vislumbrar con claridad lo que había. Pero supe que existían. Y que algún día iba a visitarlos. Esa certeza me dejó sin aliento, me hizo estremecer.
Al regresar a casa, me senté ante la mesa de mi habitación y mantuve largo rato los ojos clavados en la mano que Shimamoto había sostenido. Me sentía lleno de felicidad. Aquel dulce tacto me caldeó el corazón durante muchos días. Pero, al mismo tiempo, me turbó, me confundió, me angustió. ¿Qué diablos tenía que hacer con aquella felicidad? ¿Hacia dónde debía conducirla?
«Es diferente de Shimamoto», pensé. «No me da lo que Shimamoto me daba. Pero es mía y quiere ofrecerme todo lo que puede. ¿Cómo podría hacerle daño?». Entonces no lo sabía. No sabía que era capaz de herir a alguien tan hondamente que jamás se repusiera. A veces, hay personas que pueden herir a los demás por el mero hecho de existir.
—Cuando te miro, tengo la sensación de estar viendo una estrella lejana —dije—. Es muy brillante. Pero la luz que veo fue emitida hace decenas de años. Y ahora la estrella tal vez ya no exista. No obstante, a veces esa luz me parece más real que cualquier otra cosa en el mundo.
—Tú estás aquí —proseguí—, o eso parece. Pero quizás no lo estés. Quizá lo que veo no sea más que una especie de reflejo, y la auténtica Shimamoto se encuentre en otro lugar. Quizás hayas desaparecido hace mucho, mucho tiempo. Cada vez estoy menos seguro. Y cuando alargo la mano e intento comprobarlo, te escondes detrás de palabras como «quizá» y «por una temporada». Óyeme, ¿durará mucho esto?
Shimamoto también sonrió. Fue una sonrisa parecida al primer rayo de sol que, abriéndose camino en silencio a través de las nubes, brilla después de la lluvia.
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domingo, 22 de febrero de 2015
Sobre libros
Yo no sé ustedes, pero pienso que lo que importa —lo que de verdad importa— de los libros es su contenido. Así pues, aunque lea una novela mediante un libro en físico o en electrónico, lo que aprecio sinceramente es lo que he leído. Ciertamente influye la comodidad, pero cuando uno lee por el gusto de leer, importa poco que sea un libro de pasta gruesa o primera edición a que sea uno de bolsillo o electrónico.
En lo personal prefiero el formato electrónico porque es mucho más sencillo de transportar y conseguir. Y en cuanto a libros físicos se refiere, prefiero de segunda mano a uno nuevo. Aunque también, de a veces, compro uno que otro en alguna librería o feria del libro.
Gracias al formato electrónico he podido leer mucho de lo que seguramente no hubiera podido leer en formato físico. Esto porque a mi ciudad llegan libros de moda, mayoritariamente; y el resurtido deja mucho que desear. En cambio, los libros electrónicos son ridículamente fáciles de conseguir.
También he comprado libros por Internet, pero siempre pasa un detalle que me desanima de volver a hacerlo. Ya sea porque el envío es más caro que el mismo libro o porque la librería me dejó comprarlos pero resulta que no los tienen y me harán un reembolso. En ocasiones también me han enviado los libros que encargué desde países como España o Venezuela —con sus prolongados tiempos de espera y costes de aduana— cuando habían asegurado que lo harían desde México.
Un par de ejemplos:
Por eso es que prefiero el formato electrónico. Al principio leía libros desde mi computadora, aunque siempre terminaba distrayéndome por todas las otras funciones a las que tenía acceso (cof cof, Internet). Después lo hice por mucho tiempo en mi Sansa Rhapsody. Y ahora lo hago desde mi smartphone, con estadísticas y todas esas cosas guay que trae Moon+ Reader. :)
En lo personal prefiero el formato electrónico porque es mucho más sencillo de transportar y conseguir. Y en cuanto a libros físicos se refiere, prefiero de segunda mano a uno nuevo. Aunque también, de a veces, compro uno que otro en alguna librería o feria del libro.
Gracias al formato electrónico he podido leer mucho de lo que seguramente no hubiera podido leer en formato físico. Esto porque a mi ciudad llegan libros de moda, mayoritariamente; y el resurtido deja mucho que desear. En cambio, los libros electrónicos son ridículamente fáciles de conseguir.
También he comprado libros por Internet, pero siempre pasa un detalle que me desanima de volver a hacerlo. Ya sea porque el envío es más caro que el mismo libro o porque la librería me dejó comprarlos pero resulta que no los tienen y me harán un reembolso. En ocasiones también me han enviado los libros que encargué desde países como España o Venezuela —con sus prolongados tiempos de espera y costes de aduana— cuando habían asegurado que lo harían desde México.
Un par de ejemplos:
No sólo no tenían uno de los dos libros que encargué, sino que el otro me lo enviaron desde Venezuela. Con suerte no pagué aduana esa vez. |
No tenían el libro. |
Por eso es que prefiero el formato electrónico. Al principio leía libros desde mi computadora, aunque siempre terminaba distrayéndome por todas las otras funciones a las que tenía acceso (cof cof, Internet). Después lo hice por mucho tiempo en mi Sansa Rhapsody. Y ahora lo hago desde mi smartphone, con estadísticas y todas esas cosas guay que trae Moon+ Reader. :)
martes, 17 de febrero de 2015
Sobre la verdadera libertad de expresión
No estoy a favor de los ataques terroristas y menos del uso de la violencia de forma desmedida y sin fundamentos. La defensa propia es legítima y la libertad tiene un límite, el cual es el comienzo de la libertad de nuestros hermanos. «El respeto al derecho ajeno es la paz» diría Benito Pablo Juárez García.
De verdad que hubiese querido escoger mis palabras sobre acciones tan insensatas como las caricaturas de Charlie Hebdo o la película The Interview (por dar ejemplos rápidos) tan bien como lo ha hecho recientemente el maestro Hayao Miyazaki:
Dicho de otra forma, es idiota ir defendiendo a los que van por la vida ofendiendo y agrediendo, con la ya gastada bandera de la «libertad de expresión».
De verdad que hubiese querido escoger mis palabras sobre acciones tan insensatas como las caricaturas de Charlie Hebdo o la película The Interview (por dar ejemplos rápidos) tan bien como lo ha hecho recientemente el maestro Hayao Miyazaki:
A mi juicio, es un error realizar caricaturas sobre figuras que son adoradas o veneradas por diferentes culturas. Nadie debería hacerlo. En lugar de hacer algo como eso, se debería caricaturizar a los políticos de tu propio país. Parece algo sospechoso ir tras los líderes políticos de otros países. (vía The Telegraph)
Dicho de otra forma, es idiota ir defendiendo a los que van por la vida ofendiendo y agrediendo, con la ya gastada bandera de la «libertad de expresión».
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