martes, 11 de agosto de 2015

Breves comentarios sobre los libros que leí en Junio y Julio de 2015

Los siguientes comentarios son totalmente personales y para nada profesionales. Además, por su naturaleza, podrían contener spoilers.

Este escrito llega en agosto dado que Junio y Julio fueron meses verdaderamente extenuantes; un mucho por algunos proyectos personales y otro mucho por la tesis. Como sea, ojalá anden todos hoy con una suerte increíble.


Sauce ciego, mujer dormida por Haruki Murakami (2006)

No sé si lo sabían, pero a mi me encantan los cuentos. Así que no resulta ninguna coincidencia que haya escogido leer en estas vacaciones, este compendio que publicó el buen Murakami.

Aunque la verdad sea dicha, estos cuentos no son para nada los que acostumbra uno. Los relatos presentados en este libro tanto pueden ser sencillos y divertidos como lo pueden ser complejos y hasta fastidiosos. Es más, debo confesar que en uno me quería adelantar al siguiente. Sin embargo, la mayoría son bastante interesantes y abunda mucho ese ambiente que sólo Murakami logra crear aún siendo cada uno de éstos de temáticas distintas.

Lo que más me gustó fue comprobar las dos cosas que hacen que los cuentos me gusten tanto: 1. los desenlaces y huecos los llenas tú y 2. éstos ―los cuentos―, a su debido tiempo y dependiendo de las circunstancias, pueden llegar a convertirse en novelas.

Los cuentos que más me gustaron de esta colección fueron: Un día perfecto para los canguros, Tony Takitani, El séptimo hombre, El mono de Shinagawa y menciones especiales a El espejo por ser de «terror» y a La luciérnaga por ser el origen de una novela muy especial para mi.

Me gustaría, a continuación, citar algunas partes que me resultaron relevantes.

―Cuando parece que voy a deprimirme, empiezo a hacer la limpieza sin pensar en nada. Aunque sean, por ejemplo, las dos o las tres de la madrugada, lavo todos los platos sin dejarme uno, limpio el horno, paso un paño por el suelo de la casa, blanqueo los trapos, ordeno los cajones, plancho todas las camisas del armario ―me contaba removiendo el hielo del vaso con la punta de un dedo―. Y, una vez que estoy agotado, me tomo una copa, sólo una, y me duermo. Muy sencillo. Por la mañana, cuando, al levantarme, me pongo los calcetines, ya lo he olvidado todo. Ni siquiera recuerdo en qué estaba pensando.

- Fragmento de La tragedia de la mina de carbón de Nueva York.

A las tres de la madrugada, a todo el mundo le vienen a la cabeza muchas cosas. Pensamos en esto y en lo de más allá. A todos nos ocurre lo mismo. Y todos debemos encontrar nuestro propio método para evitarlo.

- Fragmento de La tragedia de la mina de carbón de Nueva York.

No era una belleza de esas que te hacen volver la cabeza a su paso, pero era simpatiquísima. Llevaba con donaire un vestido de seda azul muy caro. Debía de tener unos treinta y dos años. De habérselo propuesto, habría podido quitarse con toda tranquilidad algunos años, pero no parecía considerarlo necesario. Lucía tres anillos en total y sus labios esbozaban una sonrisa pálida como un atardecer brumoso.

- Fragmento de La tragedia de la mina de carbón de Nueva York.

―Y cuando todo hubo acabado, el rey y sus súbditos se mondaron de risa ―dijo él poco después―.

- Fragmento de El folclore de nuestra generación: prehistoria del estadio avanzado del capitalismo.

No sé, pero a mí me da la impresión de que la tristeza más profunda siempre contiene una punta de humor.

- Fragmento de El folclore de nuestra generación: prehistoria del estadio avanzado del capitalismo.

Hay muchas cosas que no entiendo todavía, pero estoy intentando comprenderlas. Necesito tiempo. No tengo ni la más remota idea de adónde estaré llegando en este momento. Pero intento no pensar demasiado seriamente en las cosas. Al pensar en serio, el mundo se vuelve demasiado incierto y, como consecuencia, es probable que acabes presionando a quien se halle a tu alrededor. Y yo no quiero obligar a nadie a nada. Tengo muchas ganas de verte. Pero, tal como he dicho antes, no sé si esto es lo correcto o no.

- Fragmento de La luciérnaga.

No te preocupes por nada. Haya ocurrido algo o no haya ocurrido nada, así han ido las cosas. Quizá te hiera que hable de este modo. Si es así, lo siento. Lo único que trato de decirte es que no quiero que, por mi causa, te reproches nada. Yo soy la única responsable de todo. Durante todo este año lo he ido posponiendo y eso te ha ocasionado a ti muchas molestias. Tal vez hasta hoy.

- Fragmento de La luciérnaga.

En muy poco tiempo, mi vida sufrió un cambio radical. Debía agarrarme a algo, fuera como fuese, para no precipitarme al vacío. Tenía mucho miedo, estaba aterrado. Y, en un momento así, no puedes ir dando explicaciones a los demás. Sientes que te vas a resbalar de un momento a otro y a caer fuera del mundo. Por eso sólo quería que me comprendieras. Que me abrazaras con fuerza. Sin razones o explicaciones de por medio.

- Fragmento de Viajero por azar.

―«Ser olvidadizo no es ningún problema. El problema es olvidar».

- Fragmento de El mono de Shinagawa.

School Rumble por Jin Kobayashi (2002-2008)

La primera vez que supe de School Rumble fue hace ya más de 10 años. En aquellos tiempos me enganché realmente a este anime; siempre esperando con ansías a que saliera un nuevo episodio. La primera temporada me dejó una gran impresión y la segunda terminó por convertirme en un fan de hueso colorado. Pero entonces pasó lo impensable, y la serie terminó abruptamente. Me destrozó como a miles de seguidores más.

Debido a lo anterior, pasé de leer el manga y me fui resignando poco a poco. Pero hace unas semanas me dieron unas ganas terribles de volverla a ver. Así que armado con galletas y café decidí ver de nueva vuelta la serie. Al hacerlo, sentí una melancolía y una emoción como en antaño. Fui feliz. Y dado que necesitaba algo así ―sentirme mejor―, me cayó de perlas.

Pero no fue suficiente y quise más. Así que me puse a leer el manga para llenar el hueco que dejó la cancelación de la tercera temporada. Y así fue como empecé a leer capítulo tras capítulo de esta grandiosa historia. Al principio pensé que eran muchos tomos, al final pensé que eran poquísimos. La triste realidad es que 22 tomos no son suficientes. En verdad, no lo son. Y menos cuando la historia concluye de esa manera. Sí, sé que los japoneses tienen tendencia a dejar así de abiertos los finales... ¡pero no me puedes decir que después de cientos de capítulos me dejas inconcluso precisamente aquello que no podías irte sin terminar! Otro golpe emocional súper efectivo.

Pero esto no acabó aquí...

School Rumble Z por Jin Kobayashi (2008-2009)

La historia cuenta con una secuela llamada School Rumble Z, la cual aunque tiene relleno cual submarino, pero también tiene capítulos muy interesantes para terminar de crispar los sentidos.

De esta continuación destaca el hecho de que cierto tipo con lentes (Hanai) termina siendo esposo de Suou. Me gustó eso.

Es interesante observar como todos maduraron y se integraron en la sociedad, ganando con esto vicios y virtudes; así es la vida después de todo.

También está el final final, aunque yo no lo considero así. Me podrán decir lo que sea, pero School Rumble nunca terminó. Y si ese fue de verdad el final, definitivamente nunca sabremos con quien terminó Harima. Todo esto lo digo por lo que puede llegarse a entender en el capítulo 10, donde se muestra a Eri cargando a un bebé en brazos junto a Harima. Yo no creo que esto haya sido un hecho ―ocurrido en realidad―, puesto que evidentemente no tiene contexto, dados los sucesos que están aconteciendo en el momento. Tampoco creo que haya sido producto de la imaginación de Max, como no pocas personas afirman. Mucho menos es un flashforward dado que las escenas de ese tipo no se  mostraron anteriormente con ese arte.

Lo que yo creo es que esas escenas son parte de una serie de dibujos realizados por Karasuma. La secuencia parece a todas luces dibujos realizados a lápiz como los que realizaba a veces en el hospital. En algún momento mencionaron que él no podía recordar su periodo escolar ni dibujar rostros, pero también dejan saber que en una ocasión dibujó a Tenma sin que ella lo supiera. Además de que también hay una escena donde él tiene una alucinación donde aparece Tenma, evidenciando que quizás por momentos puede recordar a sus compañeros. Yo pienso que quizás él tenga un cuaderno de dibujos secreto donde plasma todo lo que de pronto recuerda y lo mezcla un poco con su imaginación, resultando en algo muy aleatorio. Y es que aunque a veces se muestre a Yakumo un tanto pasiva y resignada, ella sigue y seguirá (por lo que se vio) enamorara de Harima y compitiendo con Eri por su amor.

En fin, se pueden forzar la imaginación tanto como se desee, pero lo cierto es que jamás se podrá saber en realidad quién ganó el corazón de Harima. Al menos no con un par de cuadro dibujados sin detalle ni contexto. Quizás y Kobayashi en el futuro sorprenda con una secuela mostrando las vidas adultas de Harima y compañía, tal como lo mencionó cuando anunció que dejaría de escribir este manga.

Y es que muchos, incluyéndome, se quedaron con ganas de más momentos con Harima, Tenma, Yakumo, Eri y un largo etcétera. Un buen ejemplo es este usuario de Twitter que ha «luchado» por años para que el maestro Kobayashi lo escuche y le brinde justicia al pobre de Harima. Por supuesto, tiene mi apoyo. :)

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