Los siguientes comentarios son totalmente personales y para nada profesionales. Además, por su naturaleza, podrían contener spoilers.
Esta no fue mi primera lectura de Asimov, pero como si lo fuera. Y es que Asimov era tan universal en cuanto a conocimientos que lo mismo te creaba un mundo nuevo como te daba Santo y seña del que todos habitamos pero que casi nadie conoce.
El leer a Asimov hablar sobre dinosaurios sólo logró evidenciar lo ignorante que he sido sobre lo que tenía la ilusión de conocer. Eso de que los dinosaurios no tienen por qué llamarse dinosaurios (con pocas excepciones) ya es en un principio para mi un gran Mind = Blown. Pero no sólo te dice que está mal, sino que te lo estructura en un mapa conceptual para que lo puedas digerir bien. Eso es genial.
Además de hablar sobre dinosaurios y no dinosaurios, se atreve a hacer conjeturas sobre cuál pudo haber sido la causa del ocaso del reinado de los mismos. Algunas ya las había leído pero otras fueron una gran novedad que aún le sigo rebuscando ideas en mi cabeza.
En la parte final del libro, nuevamente da luz a aspectos que desconocía totalmente pero que gracias a él ya no ignoro. Ahora sé que de un reptil a un mamífero hay muchísimo trecho y que entre ambos existe algo muy interesante... ahí dónde las cosas se difuminan.
Cuando las palomas cayeron del cielo por Sofi Oksanen (2012)
El título de esta novela hace referencia a los soldados alemanes que durante la ocupación de Estonia por la Alemania nazi se vieron en tal predicamento que terminaron por desaparecer (devorar) todas las palomas de la ciudad de Tallinn. El libro se ambienta en aquellos tiempos, desde poco antes cuando la URSS ocupaba la ciudad, luego cuando Alemania lo hizo y después cuando nuevamente la Unión Soviética tomaba el control.
Sí, es un libro sobre la Segunda Guerra Mundial, pero no va por esas tintas. Todo gira sobre dos personas que eran parte de la misma familia (eran primos) pero a las que sus decisiones les llevaron por dos caminos completamente distintos. Edgar el malo ―por decir algo― y Roland el bueno; aunque claro, lo malo y lo bueno en una guerra es muy relativo. Edgar es de los que siempre ven por salir bien librados y Roland es de los que luchan por sus convicciones. Aunque al final los dos terminan igual de desgastados por todo lo que la guerra les arrebató.
Edgar al parecer se basa en un espía que durante aquellos tiempos logró ingresar hasta en 5 bandos sin ser descubierto. La autora describe detalladamente su talento para el engaño y su gran don de adaptación.
Roland llega a momentos a parecer tan desgraciado que pareciera no estar a la altura de las circunstancia, aunque al final demuestra también un gran talento para salir al paso. Sin embargo, el diario al que le invirtió tanto esfuerzo y por el cual luchaba tanto, al final fue su perdición. Lamentable.
Aunque es un libro histórico y da una nueva imagen sobre los sucesos ocurridos desde otro punto de vista que no sea el occidental, el asunto gira más entorno a un libro de suspenso, donde resolver muchos misterios a la vez es el objetivo de los protagonistas. Eso es precisamente lo que sustenta toda la historia y le da un excelente ritmo de principio a fin.
Una gran novela tanto si eres de los que gustan de leer sobre la Segunda Guerra Mundial como si te gustan los thrillers.
Sputnik, mi amor por Haruki Murakami (1999)
Esta no es la única novela que haya escrito Murakami donde cohabite una historia de amor con eventos surrealistas. Debe ser una gran satisfacción para él que a pesar de eso, ninguna de sus obras de ese estilo caiga en la trampa de la imitación. Esta historia es completamente original y emocionante. Lo es tanto que el libro se lee muy fácilmente de principio a fin y eso siempre es muy agradable.
La historia gira en torno a 3 personajes: K, Sumire y Miu. El primero es un profesor, Sumire es una estudiante que desea convertirse en escritora y Miu es una importadora de vinos. K está enamorado de Sumire pero ella está enamorada de Miu (no es lesbianismo, mas bien me parece que ella es pansexual) aunque Miu no puede corresponderle por razones misteriosas. Obvio no todo es tan simple como decirlo así, por lo que hará falta leer toda la novela para entenderlo.
Al principio me parecía que mantendría la misma intención durante toda la historia ―que no habría estado mal― pero un suceso lo cambia todo y llegan los eventos fantásticos a los que nos tiene acostumbrados. Ese suceso no creo que sea solamente el enamoramiento de Sumire con Miu sino que es parte de las consecuencias del mismo. Yo pienso que mucho de lo que pasa después es también resultado del mayor sacrificio de ella: dejar a un lado sus sueños.
Lo que me gustó mucho es que, al final, la relación entre mis personajes favoritos de algún modo terminó tal como quería que pasara. Y digo que de algún modo porque quien haya leído a Murakami sabe que sus finales son... singulares.
Una vez más este autor se confirmó como mi escritor favorito.
A continuación comparto fragmentos que me gustaron mucho:
El castillo ambulante por Diana Wynne Jones (1986)
A este libro le tenía ganas desde hace muchos años; esto después de ver por primera vez la película dirigida por el gran genio Hayao Miyazaki.
Lo cierto es que hasta hace poco pensaba que la película tendría que ser una fiel adaptación del libro, pero felizmente me equivoqué. La adaptación hecha por Miyazaki es hermosa y grandiosa. El escrito original por Wynne es también hermoso y grandioso. Sé que compararlas es algo muy estúpido. Y no porque uno sea película y el otro sea un libro, sino porque ambas llegan al mismo lugar desde puntos diferentes. Basta con decir que son dos historias diferentes pero muy semejantes. Es algo que no podría explicar jamás y que es mejor que el que quiera saberlo lo experimente de primera mano. porque es algo que se comprueba al sentirlo y no por contenido.
Con respecto a Wynne, debe ser una mujer muy sensible dado la maravillosa historia de amor que su intelecto y corazón crearon. La hizo con tal tino que es apta tanto para los iniciados en la literatura como para quien ya vive de los libros. Los detalles son lo suficientemente prolijos que hasta las personas menos imaginativas son capaces de ver los escenarios que nos regala este libro.
Puede parecer cliché, pero a pesar que tanto la historia narrada en la película como la narrada en el libro son preciosas y caldean el corazón de la misma forma, me decanto por la historia de Wynne. Y es que esta tiene el bendito plus de contar con dos secuelas que estoy seguro serán igual o mejor de buenas que la primera.
El título de esta novela hace referencia a los soldados alemanes que durante la ocupación de Estonia por la Alemania nazi se vieron en tal predicamento que terminaron por desaparecer (devorar) todas las palomas de la ciudad de Tallinn. El libro se ambienta en aquellos tiempos, desde poco antes cuando la URSS ocupaba la ciudad, luego cuando Alemania lo hizo y después cuando nuevamente la Unión Soviética tomaba el control.
Sí, es un libro sobre la Segunda Guerra Mundial, pero no va por esas tintas. Todo gira sobre dos personas que eran parte de la misma familia (eran primos) pero a las que sus decisiones les llevaron por dos caminos completamente distintos. Edgar el malo ―por decir algo― y Roland el bueno; aunque claro, lo malo y lo bueno en una guerra es muy relativo. Edgar es de los que siempre ven por salir bien librados y Roland es de los que luchan por sus convicciones. Aunque al final los dos terminan igual de desgastados por todo lo que la guerra les arrebató.
Edgar al parecer se basa en un espía que durante aquellos tiempos logró ingresar hasta en 5 bandos sin ser descubierto. La autora describe detalladamente su talento para el engaño y su gran don de adaptación.
Roland llega a momentos a parecer tan desgraciado que pareciera no estar a la altura de las circunstancia, aunque al final demuestra también un gran talento para salir al paso. Sin embargo, el diario al que le invirtió tanto esfuerzo y por el cual luchaba tanto, al final fue su perdición. Lamentable.
Aunque es un libro histórico y da una nueva imagen sobre los sucesos ocurridos desde otro punto de vista que no sea el occidental, el asunto gira más entorno a un libro de suspenso, donde resolver muchos misterios a la vez es el objetivo de los protagonistas. Eso es precisamente lo que sustenta toda la historia y le da un excelente ritmo de principio a fin.
Una gran novela tanto si eres de los que gustan de leer sobre la Segunda Guerra Mundial como si te gustan los thrillers.
Sputnik, mi amor por Haruki Murakami (1999)
Esta no es la única novela que haya escrito Murakami donde cohabite una historia de amor con eventos surrealistas. Debe ser una gran satisfacción para él que a pesar de eso, ninguna de sus obras de ese estilo caiga en la trampa de la imitación. Esta historia es completamente original y emocionante. Lo es tanto que el libro se lee muy fácilmente de principio a fin y eso siempre es muy agradable.
La historia gira en torno a 3 personajes: K, Sumire y Miu. El primero es un profesor, Sumire es una estudiante que desea convertirse en escritora y Miu es una importadora de vinos. K está enamorado de Sumire pero ella está enamorada de Miu (no es lesbianismo, mas bien me parece que ella es pansexual) aunque Miu no puede corresponderle por razones misteriosas. Obvio no todo es tan simple como decirlo así, por lo que hará falta leer toda la novela para entenderlo.
Al principio me parecía que mantendría la misma intención durante toda la historia ―que no habría estado mal― pero un suceso lo cambia todo y llegan los eventos fantásticos a los que nos tiene acostumbrados. Ese suceso no creo que sea solamente el enamoramiento de Sumire con Miu sino que es parte de las consecuencias del mismo. Yo pienso que mucho de lo que pasa después es también resultado del mayor sacrificio de ella: dejar a un lado sus sueños.
Lo que me gustó mucho es que, al final, la relación entre mis personajes favoritos de algún modo terminó tal como quería que pasara. Y digo que de algún modo porque quien haya leído a Murakami sabe que sus finales son... singulares.
Una vez más este autor se confirmó como mi escritor favorito.
A continuación comparto fragmentos que me gustaron mucho:
A los veintidós años, en primavera, Sumire se enamoró por primera vez. Fue un amor violento como un tornado que barre en línea recta una vasta llanura. Un amor que lo derribó todo a su paso, que lo succionó todo hacia el cielo en su torbellino, que lo descuartizó todo en un arranque de locura, que lo machacó todo por completo. Y, sin que su furia amainara un ápice, barrió el océano, arrasó sin misericordia las ruinas de Angkor Vat, calcinó con su fuego las selvas de la India repletas de manadas de desafortunados tigres y, convertido en tempestad de arena del desierto persa, sepultó alguna exótica ciudad amurallada. Fue un amor glorioso, monumental.
A veces puedes ser realmente dulce, ¿sabes? Como las navidades, las vacaciones de verano y un perrito recién nacido juntos.
¿Puedes tú distinguir entre la lluvia que cae y la soledad?
Dicen que introducir un sueño (real o inventado) en una novela es una opción arriesgada. Que sólo unos pocos escritores bendecidos por el talento logran reformular con palabras la irracional composición de los sueños. No pongo ninguna objeción. A pesar de ello, quiero contar uno. Es un sueño reciente. Lo describiré como un hecho auténtico relacionado conmigo misma. Yo sólo soy una honrada guardiana del almacén. No respondo de la calidad literaria.
Al perder a Sumire, muchas cosas murieron en mi interior. De la misma forma que desaparecen muchas cosas de la playa cuando se retira la marea. Lo único que me ha quedado es un mundo deforme y vacío. Un mundo frío y tenebroso. Las cosas que surgieron entre Sumire y yo jamás podrán renacer en ese nuevo mundo. Soy consciente de ello.
En la vida de las personas hay una cosa especial que sólo puede tenerse en una época especial. Es como una pequeña llama. Las personas precavidas y con suerte la preservan con todo cuidado, la hacen crecer, la llevan como una antorcha que ilumine sus vidas. Pero, una vez se pierde, esa llama no puede volver a recuperarse jamás. Yo no sólo he perdido a Sumire. Junto con ella también he perdido esa preciada llama.
El castillo ambulante por Diana Wynne Jones (1986)
A este libro le tenía ganas desde hace muchos años; esto después de ver por primera vez la película dirigida por el gran genio Hayao Miyazaki.
Lo cierto es que hasta hace poco pensaba que la película tendría que ser una fiel adaptación del libro, pero felizmente me equivoqué. La adaptación hecha por Miyazaki es hermosa y grandiosa. El escrito original por Wynne es también hermoso y grandioso. Sé que compararlas es algo muy estúpido. Y no porque uno sea película y el otro sea un libro, sino porque ambas llegan al mismo lugar desde puntos diferentes. Basta con decir que son dos historias diferentes pero muy semejantes. Es algo que no podría explicar jamás y que es mejor que el que quiera saberlo lo experimente de primera mano. porque es algo que se comprueba al sentirlo y no por contenido.
Con respecto a Wynne, debe ser una mujer muy sensible dado la maravillosa historia de amor que su intelecto y corazón crearon. La hizo con tal tino que es apta tanto para los iniciados en la literatura como para quien ya vive de los libros. Los detalles son lo suficientemente prolijos que hasta las personas menos imaginativas son capaces de ver los escenarios que nos regala este libro.
Puede parecer cliché, pero a pesar que tanto la historia narrada en la película como la narrada en el libro son preciosas y caldean el corazón de la misma forma, me decanto por la historia de Wynne. Y es que esta tiene el bendito plus de contar con dos secuelas que estoy seguro serán igual o mejor de buenas que la primera.